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Traducción al español del artículo publicado en TheGuardian. Enlace al artículo original:
http://www.theguardian.com/world/2015/oct/04/russia-bombing-syria-affects-ousting-of-assad 
Nota: La traducción incluye los enlaces y referencias del artículo original (palabras subrayadas)

Los estados del Golfo planean una respuesta militar en Siria ante el aumento de la participación rusa

Por Emma Graham-Harrison y Saeed Kamali Dehghan. The Guardian, 04.10.2015

Los bombardeos rusos sobre posiciones rebeldes han enfurecido a los países de la región que han estado tratando de derrocar al presidente de Siria, Bashar al-Assad. Los analistas dicen que es probable que Arabia Saudí, Catar y Turquía aumenten ahora la ayuda militar a los grupos anti-Assad que apoyan.

Los aviones de combate rusos que despegan de una nueva base aérea en Siria han persuadido a los críticos occidentales de que silencien sus exigencias de quitar al presidente Bashar al-Assad, pero otro grupo de oponentes al mismo ve la intervención de Moscú como algo más provocativo que decisivo.

Sin hacer ruido pero de manera efectiva, las potencias regionales han canalizado fondos, armas y otros tipos de apoyos a los grupos rebeldes que mayores avances han logrado contra las fuerzas de Damasco. Al hacer eso, están invirtiendo fuertemente en un conflicto que ellos ven como parte de una lucha más amplia por la influencia regional frente a su amargo rival Irán.

En una semana, a partir de que Rusia realizara decenas de bombardeos, esos países han dejado claro que siguen al menos tan comprometidos con la eliminación de Assad como Moscú lo está con preservarlo.

"No hay futuro para Assad en Siria" advirtió el ministro de exteriores saudí Adel Al-Jubeir, unas horas antes de los primeros bombardeos rusos. Por si eso no fuera suficientemente contundente, dejó claro que si el presidente no dimitía como parte de una transición política, su país adoptaría una opción militar "que también acabaría con la eliminación de Bashar al-Assad del poder". Con al menos 39 civiles muertos reportados en los primeros bombardeos, es probable que la perspectiva de una escalada entre los partidarios y opositores de Assad más miseria para los sirios de a pie.

"La intervención de Rusia es un revés enorme para aquellos estados que apoyan a la oposición, en particular dentro de la región - Qatar, Arabia Saudita y Turquía - y es probable que provoque una fuerte respuesta en términos de una contra-escalada", dice Julien Barnes-Dacey, expreto en políticas en el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.

Según los analistas a medida que la guerra civil siria se ha desarrollado, Arabia Saudí ha dejado clara su posición. "Desde el comienzo de la revuelta en Siria, la opinión en Riad ha sido que Bashar al-Assad debe irse. A este respecto, no hay indicios de que Riad vaya a cambiar su enfoque", dice Mohammed Alyahya, investigador asociado en el ‘Centro Rey Faisal de Investigación y Estudios Islámicos’ en Riad.

"Lo que está claro para Riad y sus aliados regionales es que la reciente escalada rusa e iraní sólo creará una región más inestable y supondrá más derramamiento de sangre", afirma.

Riad ha centrado el apoyo a los rebeldes en el sur, según los analistas, mientras que los aliados de Turquía y Qatar habrían respaldado rebeldes del norte, incluyendo las milicias islamistas conservadores como Ahrar al-Sham.

Ese grupo, en alianza con la filial de al-Qaeda Frente al-Nusra, recientemente llegó a un acuerdo de alto el fuego local con Assad en el norte. Se cree que su éxito contra las fuerzas del gobierno ha sido un causante para la campaña de bombardeos de Rusia y los puso entre los primeros objetivos de los aviones de combate.

"Lo más probable es que los próximos esfuerzos se centrarán en impulsar la efectividad de las principales coaliciones, de coordinación y de cooperación entre los grupos más influyentes y eficaces en Siria," dice el analista regional Ali Bakeer.

Las preocupación de que el gobierno de Assad podría colapsar, dejando un peligroso vacío de poder, habían convencido a los aliados para apoyar un impulso para una transición política, así como dar respaldo a los combatientes, pero la campaña de bombardeos de Rusia cambia ese cálculo, afirma Bakeer.

"Existe una muy estrecha cooperación y coordinación entre Arabia Saudita, Qatar y Turquía a un alto nivel. Están de acuerdo en casi todo con respecto a Siria".

El apoyo de Turquía se ha visto obstaculizado por la agitación interna, mientras el país se prepara, en efecto, para volver a llevar a cabo unas polémicas elecciones después de que se frustrara un alto el fuego con los grupos kurdos. Sin embargo, Qatar y Arabia Saudita, tienen claramente los fondos, conexiones y voluntad política para responder a una escalada de Moscú.

Arabia Saudita y Qatar ya están enfrascados en una guerra costosa y sangrienta en Yemen que pueden limitar tanto sus recursos militares como financieros. También han pospuesto hasta el momento, por prohibición de los occidentales, la transferencia de armas de alta tecnología - incluyendo misiles que podrían derribar aviones - por temor a que podrían cambiar de manos en el caos de la guerra y ser utilizados en contra de los que las fabrican.

"La cuestión incierta hoy es cual es grado de fuerza combinada con eficiencia que las potencias regionales estarán dispuestas a poner sobre la mesa", dice Barnes-Dacey. "¿Tratan ahora los saudíes de tomarse el asunto por su mano de forma decisiva, incluyendo el suministro de armas sofisticadas a los rebeldes que las han tenido negadas desde hace tiempo?

"El nuevo rey saudí [Salman] ha mostrado una voluntad de ser mucho más asertivo y tomar medidas por cuenta propia del reino. Si los saudíes ven que la situación se va de sus manos, y hay una sensación real de que los iraníes están consolidando su posición en Siria, se podría ver una respuesta mucho más fuerte".

Sin embargo, es poco probable que esto implique tropas sobre el terreno, y no sólo porque muchos de sus activos están ya comprometidos en Yemen.

"Un papel militar saudí sería ya demasiado como escalada", dijo el analista Hassan Hassan, autor de Isis: Dentro del Ejército del Terror. "Se ve tan lejos de Siria, que no se ve como una amenaza directa a la seguridad. Con el Yemen, la gente ha aceptado la hegemonía [saudí] durante años, a diferencia de Siria, donde Irán es visto como dominante.

"La mejor manera de responder a la intervención rusa es involucrar a los rebeldes más y aumentar el apoyo para que puedan enfrentarse a la escalada y lograr un equilibrio sobre el terreno", dice. "Los rusos [entonces] se darán cuenta de que hay límites a lo que pueden lograr en Siria, y modificar su enfoque." Pero, desde un punto de vista más amplio, la lucha regional por ganar influencia entre Arabia Saudí e Irán hace que abandonar sea casi imposible para Riad, cualquiera que sea el precio .

Las autoridades saudíes están particularmente preocupadas de que los estadounidenses puedan llegar a retirarse de su estrategia de contener a Irán, tras el acuerdo histórico alcanzado en julio para frenar el programa nuclear de Teherán a cambio de levantar las sanciones internacionales.

"Las tensiones en realidad están aumentando como consecuencia del acuerdo nuclear", dijo Jane Kinninmont, investigador senior en la fundación [think tank] internacional Chatham House. "Los saudíes creen que los EE.UU. y el resto de la comunidad internacional no están haciendo nada sobre el asunto esto, y están tratando de estar a la vanguardia de los esfuerzos para contener a Irán."

En este contexto, puede haber un pequeño alivio en Riad sobre el papel de Rusia, ya que la acrecentada importancia para Moscú podría restar algo de la influencia iraní.

"¿Hay una compensación aquí de una cosa por otra? Cuanto más se tiene a Rusia, menos se tiene a Irán. Me imagino que esa es una de las maneras en la que los rusos están vendiendo la idea a los saudíes para que no lo vean negativo", afirma Daniel Levy, director de programa para Oriente Medio y Norte de África en el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.

Pero, en general, los riesgos de la escalada van más allá de Siria, dice él. "El grado en que Teherán y Riad están ahora en modo de enfrentamiento por un número de puntos calientes regionales es preocupante", dijo Levy. "¿Quién puede actuar ahora como el mediador de la de-escalada?

"Los estadounidenses no están en condiciones de hacerlo, ni los rusos; e Irán y Arabia Saudí no están hablándose el uno al otro lo suficiente ... ahora no hay casi nadie en los niveles superiores de las respectivas partes que puedan involucrarse con los demás. Esto va a ser una situación peligrosa".

Información adicional de Saeed Kamali Dehghan

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